Haber besado a una muchacha
los siguientes versos del poema
que perdiste al cruzar la calle.
El poner pimienta sobre el plato
huevos y garbanzos tirados
en plena madrugada.
A donde vamos
no hace falta la memoria.
Dios no preguntará
qué sabor tenía el beso
ni espera deslumbrarse
con los textos.
El aquí y ahora
prescinde del recuerdo
de la certeza de saber
dónde enterraste
a cada uno de tus muertos.
Marcelo Zamboni
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario